Una gran parte de los docente se cuestionan muchas veces si aquellas tareas que mandan a sus alumnos son difíciles o no, y si todos los alumnos serán capaces de llevarlas a caba. No obstante, hasta que la tarea se ha realizado no tenemos la certeza del resultado de la misma, notamos que unos la han terminado en su totalidad, que otros no han acabado porque no han comprendido algún apartado, y en otros cuantos que ni siquiera han hecho la mitad de la misma, se habían perdido al principio y ni siquiera se molestaron en preguntar.
Tenemos necesidad de pensar en nuestros alumnos antes de darles la tarea, e incluso pensar en posibles formas de dicha tarea, de esa manera estaremos llegando a todos, esto es tener en cuenta su diversidad como alumnos con diferentes formas de aprendizaje. Debemos tener en cuenta todos los criterios específicos que nos ayuden a entenderlos mejor y a ayudarlos en su aprendizaje, desde su nivel de motivación, como de conocimiento previo, como de presentación de la tarea.
Es importante reflexionar sobre esto, ya que muchas veces el sistema falla debido a que no hemos llevado a cabo dicha reflexión que nos es tan importante a docentes como aprendices, y una vez que se entiende y se practica dicha forma de trabajo todo va a una velocidad mucho mayor.
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